
Sigo pensando que fue el destino, que esperó el momento perfecto, la hora perfecta, la noche perfecta, para que te diera esos dos besos (jugando), para que dos meses despues, este escribiendo esto. Fué desde ese dia que empiezo a esperar llamados, mensajitos, que lo espero, que me duele el estomago cuando lo encuentro en el patio de la universidad, o cuando lo veo de lejos y solo me gusta mirarlo...
Costó creer en sus palabras, costó dejarme fluir, me costó romper con rencores pasados, y darme cuenta que solo es pasado y que es malo comparar a la gente. Pero el tiempo ha ayudado en darme cuenta, que llegará a ser mi mejor amigo, que lo que he esperado de el, lo he recibido, las respuestas también. Con el tengo certeza de que todo el tiempo que esperé, fué necesario, porque quizas sin darme cuenta, necesitaba a alguien como el, que se preocupe de mi, que me contenga, de no tener que pensar por dos, si no en los dos (gran diferencia).
Estar con el ha sido como volver al amor de los 15, cuando sientes todo intenso, todo por primera vez, todo inseguro, ese amor que piensas que puede ser para toda la vida, y que la gente te dice que estas loca. El amor del dolor de guata, cuando la hora se pasa volando, piensas todo el dia en el, y hasta escribirias su nombre (pero ya no lo hago porque tengo 24 años jaja). Cuando todas las canciones de amor hablan de ti y de el, que le dedicarias todas las canciones, hasta cocinaria los mejores tallarines para el.
Con el camino en direccion contraria, me devuelve la fe, los sonidos tapan mi oidos. soy niña, mañosa, regalona. Lo mejor de todo que con el soy feliz.
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